El Viejo del Saco

672_viejo-del-saco_por_dejaz

Debo reconocer que desde niña me costó creer en los personajes infantiles. Nunca creí en el Viejo Pascuero, pese a que le escribía cartas interminables y esperaba ansiosa su descenso en el helicóptero, que contrataban en la sede de mi barrio para la fiesta navideña. La verdad es que siempre supe que era mi papá y no porque fuera una cabra ‘avispada’ sino porque mi mamá sabiamente me lo dijo cuando tenía 4 años… Ese día estaba en los brazos de mi madre- cuentan – y al ver entrar a un hombre con barba blanca, haciendo sonar una campana y diciendo “jojojo”, estallé en llanto. Acto inmediato, mi padre se descubre la cara y mi madre me dice: «Es el papá mi amor».  Continuar leyendo «El Viejo del Saco»